Muñecas Boudoir
Las llamadas muñecas Boudoir eran concebidas para ser sentadas en los salones y dormitorios de las casas, datando los años 20.
Un alarde de exquisito gusto, derroche de imaginación, belleza y fantasía. Llaman la atención los zapatos de tacón y las ingeniosas pelucas tan sofisticadas. Al ser de tela, su conservación se hace difícil y todavía más su restauración. Los brazos y piernas son generalmente de yeso ligero y resina. El cuerpo, de muy largas piernas rellenas de serrín.
Estas muñecas estaban destinadas a los adultos y servían para la decoración de la casa. Su moda se extendió de 1920 hasta 1950.
Las muñecas Boudoir en su tiempo eran consideradas también «muñecas de feria», pero poco a poco fueron floreciendo en la decoración de las casas, en los salones, en las tiendas, teatros, cafés…
Estas muñecas copiaban, un poco, el estilo de los artistas de cine de la época. El conocido artista George Lepape las diseña con éxito. Las visten según la moda de los años 30 «años locos», al estilo de la mujer libre, emancipada. A veces llevan cigarrillos en la boca, a modo de cabareteras, grandes sombreros, tocados llamativos elegantes y delicados.
Existieron unas 6o fábricas de muñecas que las fabricaron ( Dean´s 1928, Chad Walley Company 1930 que las incluyó en el catálogo «Carnival Dolls»), pero fue en Francia dónde más se fabricaron.
Muñecas LENCI
Elena «Helenchen» König de Scavini, nació en Turín en 1886 y fue la creadora de las famosas muñecas LENCI. Alrededor de 1918 se establece en Turín la compañía juguetera Lenci de la mano de Enrico di Scavini y su esposa Elena.
Las muñecas Lenci fueron un éxito inmediato, fabricadas en paño y fieltro y caracterizadas por sus peculiares expresiones. Sus rostros con miradas de tristeza, enfado o sorpresa, en el caso de los niños son el distintivo de la marca. Sin embargo las muñecas adultas suelen tener un rostro serio, altivo e incluso seductor.
Las muñecas Lenci estaban fabricadas en fieltro, cosidas a máquina por la espalda y los hombros, las piernas se cosían a mano al resto del cuerpo. El pelo de las muñecas era de mohair y cosido, mientras los rostros, presionados sobre moldes. Tenían las facciones pintadas a mano. Fueron las muñecas más famosas de Italia durante los años 20 y 30.
Su creadora Elena, crea un nuevo textil y lo llama utilizando su apodo «Lenci», en la búsqueda de un material similar al fieltro de los sombreros Borsalino, que sea suave, maleable, lavable y que no se dañe por el uso.